
Fue la primera declaración del periodista de Radio Continental, César Tapia en comunicación con Sin Enganche Estudio por Zeppelin Radio.
Como todos, acostumbrados a las batallas a las que se enfrentó y ganó, el hombre nacido en Carlos Casares y criado en Las Toscas, BA barría los canales y repetía “no puede ser, debe ser una noticia falsa” pero en cada noticiero que veía, la información se repetía y eso, también era una manera de chequearla convirtiéndola en la triste crónica.
Si bien el propio periodista, ligado al mundo argo declaró, “no soy fanático pero me gusta el fútbol y voy a las canchas; hay que ser real de lo que fue Diego; cuesta hablar en pasado”.
Vale recordar que César en Carlos Casares es reconocido porque parte de su corazón, de su vida está y ambos se pertenecen. Así comienza el porqué de la nota con Tapia.
“Le llevé la camiseta de Agropecuario por el amor que le tengo a Casares porque nací, tengo grandes amigos y trabajé ahí” pero no fue él quien generó el contacto. Como la magia de Diego en la cancha que conquistó al mundo, literal, ese que desde ayer no cesa de llorarle y rendirle homenajes, “el encuentro fue un momento histórico. Se dio por el arte de mi primo Claudio Rengach, quien pintó a Diego con sus padres a los que tanto amó. Yo solo acompañé a mis primos, cuando de un momento a otro Diego Juniors por redes sociales le dijo a mi primo, después de dos años, que a Diego le gustaba el cuadro y lo quería”.
En pocos minutos de nota, César resumió a su modo lo que quienes lo conocieron siempre dieron fe, era buena persona, humilde, afectuoso. “Era una persona súper amable. Nos firmó camisetas y charló con nosotros” y “más allá de lo futbolístico, después de conocerlo la ecuación cambió; compartí un rato con él” y esos minutos reconfirmaron la grandeza de persona que era. Por eso, “no hay que interpretar lo que sucedió como una persona terrenal, es de otro planeta como lo bautizó Víctor Hugo. No alcanzan las palabras para manifestarlo”.
Promediando la nota, César, muy ligado a la ciudad de Lincoln, distante tan solo 70 kilómetros de la Cuna Nacional del Girasol, recordó su amistad con prestigioso preparador físico, Fernando Sinogniri, con quien habla seguido confesó.
Mencionar al “profe” a la hora de pedirle una foto a Diego fue clave para descontracturar la situación, evocó el periodista porque “cuando uno veía a Diego le transpiraban las manos, los pies”.
Claudio y Cristian, sus primos de Moctezuma, tierra fértil donde nació el inolvidable Roberto José Mouras, fueron los primeros que se fotografiaron con Diego. “Cuando entramos los chicos sacaron los cuadros y Claudio se los empezó a mostrar mientras yo les iba sacando fotos y cuando terminan, le pedí -el accedió- a sacarnos una foto y, mientras lo abrazaba (cosa que no le gustaba) le dije al oído: Diego soy amigo del -ciego-, y dijo nooooo, (por Fernando Signorini) para descontracturar”. Fue entonces que risas de por medio, alegre como siempre se lo veía y así, será recordado, una vez más, “le pedí si les firmaba las camisetas de Moctezuma, Boca y Argentina”. Mientras eso pasaba dentro de la casa del 10 “fui al auto, agarré la de Agro y Boca y al volver le pedía la firma para la de Agro y otra de Boca”.
En ese momento, “Diego Maradona Junior nos decía, no hay más tiempo, un minuto más para que firme la última casaca y nos vamos”. Sucedió.
Por otro lado,volviendo a la firma de la camiseta de Agro, Tapia añoró. “Quería traerle a Bernardo la camiseta de Agropecuario firmada pero, Diego abre la camiseta y pregunta, ¿qué es Carlos Casares? (le expliqué), y dijo que bueno que lleve el nombre de la ciudad en el pecho, y se la quedó”.
En ese momento César pensaba rápido como Diego en la cancha y, una vez más, Diego no solo pensó si no que actuó ágil y conservó la camiseta. Entonces, “llegué a Continental (tenía programa de noche esa época), recorté la foto y se la mandé Bernardo (Grobocopatel)… ¿Es la camiseta de Agropecuario?, sí le respondí. Entré al aire y a las dos horas me llamó, me contó muchas cosas que prefiero guardarme para mí; que las cuente él si quiere algún día porque él me manifestó una historia muy particular en la relación de su familia con Diego, Racing y Argentinos Juniors”.
Sobre el final, Tapia reflexionó sobre lo acontecido. “Cuando un pueblo se manifiesta como ayer y hoy, estando o no de acuerdo con la persona, quien cuestiona eso debería rever su pensamiento”.
Y cerró dejando un saludo cordial, como siempre, bien afectuoso a los casarenses, recordando que “cuando salimos del encuentro hicimos varios kilómetros sin mirarnos, sin hablarnos”, aquel día, quedaron impactados, al igual que hoy.
¡Gracias por todo Diego!
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